miércoles, 13 de enero de 2010

Agua Puerca: Una historia de éxito

El texto que se transcribe a continuación fue encontrado hace unos días en el asiento de un automóvil DeLorean notoriamente modificado. Narra la historia de la fundación de un ejemplar poblado en territorio mexicano. Si bien se sabe que el texto es auténtico, se desconoce la época en el que fue (o será) escrito, así como la época en la que sucedieron (o sucederán) los hechos en él narrados. Algunos datos específicos fueron (o serán) tachados probablemente por el propietario del documento y han sido marcados con este símbolo “#”. Se presume que el texto pertenecía (o pertenecerá) a un libro de historia universal. Helo aquí:

El 24 de octubre de ####, Eduardo Ponce, próspero letrado de la Ciudad de México, harto del amiguismo, el nepotismo, el chanchullo y el comadreo que gobernaban dicha Ciudad, montó en Cólera y se marchó en busca de un nuevo lugar para asentarse. Cólera era una yegua castaña rojiza que había comprado años atrás y con la cual había recorrido ya grandes trayectos en prolongadas cabalgatas de fin de semana. El joven explorador recorrió el Territorio Nacional de norte a sur y de este a oeste en busca de una tierra adecuada para vivir. Rechazó permanecer tanto en zonas costeras como en las regiones desérticas del norte pues, decía, lo hacían sudar como gorda borracha. Fue por ello que decidió centrar su búsqueda en el área central del país (lo anterior, si bien es redundante, resulta geográficamente correcto).

Cierto día, mientras transitaba por el paradisíaco Estado Libre y Soberano de Tlaxcala, se detuvo a descansar a orillas de un manantial del cual brotaba agua de aspecto sucio y con un peculiar brillo cobrizo. Asqueado por el aspecto del agua pero movido por la sed y la falta de higiene que caracterizaba a sus viajes, el joven viajero bebió un poco de aquel brote. Grande fue su sorpresa al notar que el agua que bebía era sumamente dulce; no dulce como se le llama al agua de río para diferenciarla del agua salada, sino genuinamente dulce, como una golosina. Fascinado por lo encontrado, decidió pasar la noche en ese lugar.

Al alba del día siguiente, el protagonista de esta historia caminó río arriba en busca del origen del dulzor del manantial. El dibujo del río lo llevó hasta una gruta en la que realizaría un nuevo hallazgo, uno que le cambiaría la vida para siempre. El agua que provenía del deshielo del volcán ### se proyectaba en una cascada que erosionaba las grandes piedras de la gruta para mezclarse posteriormente con los sedimentos resultantes, los cuales le daban el dulce sabor al agua. El joven Eduardo, geólogo aficionado, no tardó en darse cuenta de que había encontrado una importante veta de Garapiñé®: la sustancia arenisca de color terracota que actualmente es utilizada en todo el mundo para cubrir todo tipo de nueces con el fin de darles una consistencia dura y un sabor dulce.

Al salir de la gruta, Eduardo, siguiendo una corazonada compró todos los terrenos cinco kilómetros a la redonda (después de todo, ¿cuánto puede costar un metro cuadrado de terreno en Tlaxcala?). Construyó ahí una casa y se dedicó durante un año al estudio de las tierras adquiridas. El resultado no le sorprendió: gran parte del área tenía grandes yacimientos de Garapiñé®. Terminados los estudios, montó en Cólera y salió en busca de obreros para trabajar en las minas. Empezó con 36. Con el tiempo, las familias de los obreros se mudaron a la zona y todo un pueblo fue naciendo en los terrenos de don Eduardo.

El Garapiñé® del lugar se cotizó rápidamente en los mercados internacionales y en cuestión de meses comenzaron a salir pedidos hacia todos los rincones del mundo. Con la riqueza obtenida, don Eduardo estructuró una pequeña pero impresionante ciudad autosustentable a la que, con el paso de los años, se fueron mudando sus familiares y amigos, y poco después, algunas de las familias más acaudaladas de México. Don Eduardo, en honor al manantial que lo había ayudado a descubrir la fuente de su riqueza, bautizó al pueblo con el nombre de “Agua Puerca”.

En agosto de ####, don Eduardo contrajo nupcias con doña ####, hija de un importante empresario hidroporcino, con quien crió a tres hijos: Ra Inmundo, Juventud Rebeca y Edmundo (este último nació enano, motivo por el cual se hizo famosa la aún vigente frase “qué chiquito es Edmundo”).

En ####, en una entrevista con ####, prestigiado reportero de la cadena ####, se le preguntó a don Eduardo si se lanzaría como candidato a la presidencia. Él, con aire humilde y jocoso se limitó a responder “¿Por que haría tal cosa? Yo sólo soy un productor más de Garapiñé®”. Sin embargo, don Eduardo no limitó su actividad empresarial a los asuntos relacionados con Hidroporcina de Garapiñé, S.A. de C.V. Sus negocios se extendieron a muchos y muy diversos sectores del mercado. Sin lugar a dudas, entre sus negocios predilectos se encontraban Poncio Pilates (una cadena de gimnasios) y Mercedes Blends (una cadena de puestos de licuados). Ambos negocios comenzaron como pequeños locales para los obreros en la Vía Coque Muñiz, principal avenida de Agua Puerca, pero con el paso de los años establecieron sucursales en todo México, la Europa Mediterránea, Nueva Zelanda y Suriname.

A principios de ####, don Eduardo y un viejo amigo de la infancia, don Fermín Zetina, establecieron en Agua Puerca una planta de fundición de metales a la que llamaron “Aceros El Favor”. Dicha empresa, dirigida a la perfección por don Fermín, reconocido experto en fundición (y formidable fisonomista, afable filántropo, fatal futbolista y afamado fanático de la filatelia), constituyó con los años la segunda mayor fuente de riqueza de Agua Puerca.

Don Eduardo murió el ## de #### de #### a la edad de ## años. Sus cenizas se conservan en un costalito de Garapiñé Hidroporcino® bajo el monumento que se erigió en su honor en la glorieta del cruce de Vía Coque Muñiz con Avenida Sandro de América. La estatua que corona el monumento, la cual lo inmortaliza montado en Cólera y viendo hacia el horizonte, fue realizada en los talleres de Aceros El Favor con una aleación de hierro, oro, plata, zinc y Garapiñé®.

5 comentarios:

  1. Bravo!
    Es la mejor historia que he leído!
    Muchos bravos, fanfarrias y cornetas!

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  2. Ja! Definitivo, iniciaré mi nueva compañía La Beba Galvanizadora, S.A. de C.V. en Agua Puerca, éxito y prosperidad para el empresario aventurero.

    Lucy 4

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  3. Hombre, pero hasta lágrimas me salieron de tan singular relato, que sirva de modelo para futuras (o pasadas) generaciones de emprendedores.

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  4. jajajaja epiiiic! Agua Puerca Tlaxcala cuna del garapiñé, donde se condensan años de humor afin, gran relato Migueli, y seguro me voy a mudar(o me mudé) a AP dentro de (o hace ya) algunos años.

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  5. Bravo! fue grande el relato! me quitaste el mal humos y me sacaste grandes carcajadas! Iré a vivir a tan hermoso lugar Agua Puerca Tlaxcala, iré con mis dos hijos: Ñerick y Naquexis... son solo unos críos pero apreciarán!

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