viernes, 11 de diciembre de 2009

Se me antojó

Es por muchos sabido que soy estúpidamente antojadizo y que basta con que me mencionen algún alimento, cualquiera que sea este, para que se me antoje. Lo anterior, más allá de los evidentes problemas de sobrepeso que puede traer, nunca me había causado conflicto alguno. Basta con que se tenga un vehículo y un poder adquisitivo decente (y no suficiente, porque nunca nadie llega a tener tal cosa como un poder adquisitivo suficiente), para poder satisfacer todo ese tipo de antojos a la brevedad, sin necesidad de llegar al terrible "grano en la lengua", con el cual Dios castiga a todos aquellos penitentes que no satisficieron (http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=satisfacer) de manera pronta y expedita esos antojos que de inmoral e impío no tienen nada.

Cosa curiosa resulta la diversidad que pueden tener tales antojos y una curiosidad aún mayor recae en aquellos casos en los que me nace un desesperado (y sobre todo ininteligible) antojo por algún alimento, dulce o botanita que en el pasado no me han gustado. Se que no me gustan, pero necesito comer uno. ¿Por qué? ¿Qué está fallando en mi perturbada mentecilla que me hace tener tales deseos? No lo se, pero ahí estoy, dándole una enésima oportunidad al chuche (así le dicen los gallegos a las golosinas en general)que más de una vez ha demostrado que merece mi total repugnancia.

Evidentemente, el caso anteriormente descrito no es la regla general de mis antojos. Más aún, me jacto de ser una persona cuyos antojos son enteramente justificados, fundamentados y motivados tal como lo exige el 16 constitucional.
Desafortunadamente (a pesar de las afortunadas circunstancias), actualmente me encuentro en una situación en la que no basta contar con un vehículo o con un poder adquisitivo decente para satisfacer los antojos de los que soy víctima. Domingo a domingo, en las ya cotidianas videoconferencias con mis familiares, soy bombardeado con imágenes de productos de disponibilidad geográfica limitada al territorio mexicano, a los cuales por mi localización actual no tengo acceso. Es terrible ver a mi papá comiendo uno a uno los Polvorones Marinela (M.R.) que tanto me gustan; es devastador notar como las simples y accesibles tortillas de maíz que el mexicano promedio puede adquirir en múltiples establecimientos mercantiles por los que pasa todos los días me resultan ahora algo lejano, distante, ajeno...

Resulta que los bombardeos familiares no eran suficientes. ¡No! En fechas recientes, un sujeto que se hace llamar "un tal Juan" dedicó un considerable número de líneas a uno más de los productos que ahora me resultan inaccesibles: la vaquita Wong's. Aunque el post es excelente, desearía que nunca lo hubiera escrito. La inaccesible vaquita se ha convertido en una obsesión para un servidor. No puedo dormir, mi desempeño en las asignaturas universitarias se ha visto severamente afectado, no entiendo las tramas de las películas, sólo logro leer siete libros a la semana, el Toblerone me sabe a engrudo... No se que vaya a pasar, pero por el momento siento que no estaré tranquilo hasta que mi paladar y lengua no reciban la textura y sabor simplón y sin chiste de una vaquita Wong's. Porque como bien dice el tal "un tal Juan": "la vaquita wong no es tan buena."

Update: De regreso en mi tierra y mi señora madre y mi ahora novia me recibieron con vaquitas Wong. Ninguna maravilla pero sí son buenonas.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Batallas Nocturnas

Puedo sentir su presencia. Se que uno a uno han ido ingresando al territorio a lo largo de la noche. Se han ido colocando en puntos estratégicos desde los cuales me pueden ver. Y ahí están, inmóviles, casi sin respirar (si es que lo hacen), a la espera de que me quede dormido o apague las luces. La estrategia la tienen bien planeada sin necesitar de instrucciones. Supongo que las maniobras de ataque las saben por naturaleza, nacieron sabiéndolas. Por más que revise en los alrededores se que al menos no veré a uno. Y ese va a vengar a todos los caídos. Pero va a ser más de uno. La experiencia me dice que suelen ser más. Los párpados me empiezan a pesar. En esos lentos intervalos en los que voy cerrando los ojos dirigiéndome ya perdido hacia el sueño alcanzo a escuchar sus primeros movimientos. La batalla que viene, como todas las anteriores, sólo va a durar esta noche. Para el amanecer todo habrá acabado y se sabrá quien triunfó. Me siento vencido de antemano. Se necesita mucha suerte para derrotarlos. Incluso me he enfrentado a uno solo, mano a mano, sin haber sido capaz de causar el más mínimo daño. En ocasiones ni siquiera logro localizarlos a pesar de que se que ahí están. Un compañero apaga las luces. Se que era necesario, pero hubiera preferido que no lo hiciera; ellos lo toman como una señal de salida. No esperan instrucciones de ningún superior, simplemente esperan a que yo (o mi compañero) les diga cuándo atacar. Ya empezaron. Sus movimientos empiezan a ser más evidentes. Escucho el siempre desagradable sonido de sus maquinarias orgánicas acercándose cada vez más hacia mí. Lo hacen con cautela. Disfrutándolo. Su táctica no cambia: buscan desde lo lejos los puntos desprotegidos y los atacan sin piedad. Evidentemente no saben nada sobre las reglas de la guerra. Siento el primer ataque. Más que dolor, siento una tremenda frustración por no poder contra ellos. Va a ser una noche difícil. ¡Cómo odio a los pinches moscos!

sábado, 24 de octubre de 2009

Me cae que no es lo mismo...

El peatón tiene la preferencia, puedes caminar tranquilo a altas horas de la noche, no hay tráfico, no hay necesidad de usar coche, llegas a donde quieras caminando, ven a los asaltos y al secuestro como algo ajeno, las clases empiezan a las 9 y no a las 7, hay 2 horas de "siesta", sales de casa 10 minutos antes de tu clase, las calles están limpias, te dan de comer bastante si pides una cerveza, tienes tiempo de dormir, tienes tiempo de leer, tienes tiempo de pensar, no hay manifestaciones que colapsen la ciudad, no hay apagones, no hay basura en las calles, hay kebaps, hay trenes, hay ciudades impresionantes y bien cuidadas a muy poca distancia, no hay miedo del profesor, hay respeto por la policía, hay bibliotecas buenas, aunque hay grilla no hay Fernández Noroña, ni SNTE, ni desvergüenza política, hay buen sistema de seguridad social, puedes vivir bien con el sueldo de cualquier empleo lícito, hay buen futbol, no hay micros, hay Gonzalo...

Sin embargo...

No está Don Frank, no está Elenita, no está Franky (aunque va a estar), no está la familia, no están las bandas (Mustang y Resonancy), no está la buena banda que rodea a las bandas, no está mi gente de la UP(CDAC, KIHM, JCB, MJMW, PCG, MHA, AMC...), no están los demás amigos, no hay Tradicionales, no hay preco en Onitz ni pláticas con el señor Wasamara (no hay Bacalao Noruego sin Espinas), no hay comidas en casa de Hide, no hay tacos de viernes en los Arcos, no hay Imperial, Pasaje, ni Bull (vamos, no hay Classico weeeeeeeeeeey), no hay Latosos para bajarla, no hay batería, no hay Fórmula 1 con don Frank, no hay tele con Elenita, no hay sándwiches de Jesús (the maid, not the Lord), no está lo bueno de Morrison, no está la carretera de la presa, no está mi moneda barata con la que vivo barato, no está el "buenos días", el "por favor", ni el "salud" (el del estornudo; del otro "salud" hay mucho y va en el otro párrafo), no hay series ni películas en inglés, no hay "Humor es: Los Comediantes" (choriiii), no está mi cama, no está mi baño, ni mi regadera, no está mi casa...

Qué bien se la pasa uno, la experiencia es increíble. Pero me cae que no es lo mismo...

martes, 29 de septiembre de 2009

Gonzalo

Ayer me mudé a la habitación que habrá de darme cobijo contra el clima inclemente de Santiago de Compostela durante poco más de 4 meses... El cuarto, bastante amplio. El resto del "piso", obscuro (normal en los departamentos de la ciudad). El estado, aceptable (humedad en algunas paredes y en el techo del baño). La limpieza, no es la deseable, pero es suficiente. La comida, siendo un mozalbete de 23 años que comparte cuarto y comidas con uno de 22, no está taaaaan mal; en una empresa del siglo XXI muy metida en el new coprorate system le llamarían a nuestra situación alimenticia un área con oportunidad de crecimiento. El otro compañero de piso, FTW!!

Gonzalo es un señor que ronda los 50. Flaco o "enjuto de carnes", como Cervantes describía a su inmortal Quixote, viste desde que lo conozco (hace casi 2 semanas) probablemente los mismos "vaqueros" y la misma camisa a cuadros. En donde deberían haber nalgas existe un espacio completamente plano, incluso llega a verse más bien cóncavo. Seguramente las dejó en el otro pantalón -he llegado a pensar-.

"No tiene - diría mi abuela - arte, oficio, ni beneficio". Carlos, mi roomie, dice que está en paro; una especie de huelga de una paraestatal durante la cual el estado español te sigue pagando una pensión. En general, sus ingresos son una incógnita para Carlos y para mi. Por el contrario, de lo que no nos queda la más mínima duda es de sus egresos. Ayer, 1100 llegamos al piso y el llegaba al mismo tiempo con su "chela de a litro", un par de horas más tarde se le vio llegar con media docena de botellas de cerveza o un six. Seguimos arreglando la habitación, lo llamamos para que la viera y respondió: "Ya voy, que me estoy preparando un cubata". Vodka con algún tipo de mezclador; lo vi con al menos 3 distintos durante la tarde. Minutos después, salió.

Entrada la noche, volvió el protagonista de estas líneas al piso. Carlos y yo estábamos echados habiendo recién terminado de cenar. Saludó con un tono notablemente afectado por los influjos de más bebidas de contenido etílico y entró a su habitación...

"Saben quién está triunfando en España?" - Escuchamos su voz desde su cuarto
"Quíen?" - Respondimos al unísono
"Hugo Sánchez. Es ahora entrenador del Almería. Qué va! El equipucho ese es una mierda, pero con Hugo no va mal. El jugó en el Real Madrid, saben? Fue muy querido y muy respetado... Fue Pichichi; campeón goleador" - Explicó
"Cinco veces, no?" - Acoté por seguir la corriente
"Qué se yo? Sólo se que fue muy bueno aquí en España"
Se retiró unos segundos...

"Hoy juega el Chelsea! Ese es inglés, de la Liga Premier de Inglaterra" - Dijo al volver
"Que bien!" -animó Carlos- "Contra quién juega?"
"No lo se... Pero la Liga Premier es la mejor del mundo... También la Italiana es buena... (Y también ella, la niña -pensé) La Española es la tercera" - Sentenció, al tiempo que se reía por razones que no entendimos
Se volvió a retirar unos segundos...

"Saben quién está triunfando en España?..." -Dijo al regresar, y así empezaron los ciclos...
"La Liga Premier es muy buena... Es la mejor del mundo"

Minutos después cerramos la puerta y apagamos la luz... Despertamos a eso de las 10...

"Buenos días Gonzalo" - Dijo Carlos a un deteriorado hombresillo que si bien daba señas de una ligera resaca, se notaba acostumbrado a ella - "Quién ganó? El Chelsea?"
Gonzaló sonrió tiernamente mostrando aquella dentadura que carece de varios de los frontales e incisivos inferiores probablemente por asuntos ligados al par de cajetillas que consume a diario. "Jijiji, no me acuerdo"

Nos estábamos alistando para salir, cuando escuchamos que nos hablaba de nuevo...

"Saben quién está triunfando en España?"

Soy su fan...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Irresponsabilidad

Dispénsenme, he sido terriblemente irresponsable. Un mes!

Pero lo seguiré siendo hasta que tenga corriente en mi lap y acceso regular a internet. Los que conocen mis circunstancias sabrán perdonarme...

Anoche viajé en tren... Fue tan incómodo como una hemorroide. Eso me pasa por no comprar mejores boletos con tiempo ... y por no comer suficiente fibra.

Me vuelvo popular! Tengo lectores en 2 continentes! jajaja

domingo, 16 de agosto de 2009

The "Friend Zone"

El tema de hoy ha sido tocado muchas veces y en todo tipo de espacios: cinematográfico, televisivo, literario... Sin embargo, no cabe duda de que donde más se ha tocado es en aquellas bonitas pláticas que solemos compartir los jóvenes. Normalmente acompañados de bebidas estimulantes con contenido etílico, el más desafortunado de nosotros le termina comentando a los demás, aunque tal vez no exactamente con estas palabras, que ha caído en la "Friend Zone".

¿Qué es eso de la Friend Zone?

Es ese lugar, esa situación a la que ningún mozalbete quiere llegar, pero acaba llegando por azares del destino. Es ese lugar al que llegaste de manera completamente involuntaria pensando que ibas con excelente tiempo y las mejores condiciones. Pensabas que ibas con tiempo y sin contratiempos a Londres, Inglaterra y acabaste sin saber cómo en El Molinito, Estado de México. Lo peor: una vez que llegaste, es imposible salir.

Anyway, sin más analogías que reflejen lo que implica la entrada a la Friend Zone, explicaré lo que es, de la manera más clara y sencilla posible: te gusta una chava (no me gusta esa palabra), y haz hecho todo lo posible por gustarle a ella también. Ella te considera una buena persona, te tiene confianza, se la pasa bien contigo y disfruta de tu compañía. Hasta ahí vamos bien, es más, suena como que vas "sobre caballo de hacienda", pero viene la parte mala: te ha colocado dentro del montoncito denominado "amigos", esto es, fuiste vetado de su mente como un posible candidato a una relación que vaya más allá del plano amistoso.

Lo interesante y desesperante del arribo a la Friend Zone es que nunca sabes cómo llegaste a ella. En el particular caso de un servidor, es evidente que no he descubierto cuál es el error que me ha llevado a ella. Hago las cosas tan bien como mi entendimiento y valor lo permiten (ver Lo que es el Ligue) pero es muy común que termine en la zona. Nos reímos, salimos, platicamos, hay contacto frecuente y mucha confianza. Una vez más, vamos bien. Lo malo: hay tanta confianza que empiezan a contarme sobre sus vidas amorosas, en las que como bien supondrán, no estoy incluido. FAIL! Peor: ha pasado más de una vez; es más, pasa seguido. Volviendo a las analogías, podría decir que he empezado a ver a El Molinito como mi hogar.

La hermana del Arqui Zetina y del más ferviente fan de Flans manifiesta que la posición de la contraparte en este tipo de relaciones es tan desafortunada e incómoda como la de aquel que se encuentra en la Friend Zone. Dice que es sumamente decepcionante el hecho de esperar una amistad de un sujeto y saber que no la puede recibir, al menos no tan “sincera” como la esperaba. Ciertamente no suena como una experiencia agradable. Sin embargo, no creo que sea ni remotamente tan desafortunada como la del habitante perpetuo de Le Petit Moulin.

En fin. No sé cómo ni en qué momento se entra a la Friend Zone. Se que una vez dentro es imposible, o al menos sumamente difícil salir de ella. No se qué hacer para evitar caer en ella, pero sí se que es una de las peores maneras en las que puede fallar un “ligue”.

El tema da para más, y supongo que lo reabordaré algún día. Mientras tanto, los invito a seguir este link para ver un cortometraje que desarrolla muy bien el tema del día de hoy.

http://www.youtube.com/watch?v=-NiG6ByjLbM

domingo, 9 de agosto de 2009

A rush of bad luck


Hay épocas/temporadas en las que sientes que nada más no das una en nada de lo que haces. A pesar de los esfuerzos, las cosas simplemente no salen. Obviamente, los ánimos bajan, la buena actitud cambia y nace el círculo vicioso. Ya en él, las cosas funcionan aún menos. Y sin darte cuenta, has caído involuntariamente en una mala racha aparentemente inexplicable: a rush of bad luck.

Cuando tomé esta foto con mi celular, hace casi un año, estaba en una de esas épocas. Creo que la conjunción de los elementos que aparecen en ella ayudan a llevar la sensación de una temporada así a un plano gráfico.

Algunos de mis lectores (2 de los 3), ya conocían la imagen y saben dónde la tomé. Los demás: adivinen o, mejor, imaginen dónde fue.

jueves, 6 de agosto de 2009

Seguimos trabajando

Martes, 11:24 a.m. Suena un teléfono:
-Oficina del Presidente Legítimo, buenos días.
-Buenos días señorita. ¿Me puede comunicar por favor con el señor Presidente Legítimo?
-Claro que sí, perm... (interrumpe una tercera voz)
-Mamá, ya contehté...

domingo, 2 de agosto de 2009

La otra mitad de la culpa

Hoy fui a comer con mis padres y Franky Doodles a un restaurante localizado en la zona comercial que se encuentra frente al fraccionamiento en el que se ubica el inmueble en el que habito, del cual mis padres son propietarios, por lo que no les puedo decir que es “su casa” (osea, de ustedes), pero si un día van, sin duda les abriremos las puertas y los dejaremos pasar… Y seremos buenos anfitriones… Porque un vaso de agua no se le niega a nadie…

Anyway… Terminamos de comer y resultó que tanto mis padres como Franky tenían planes en lugares distintos a mi destino (el inmueble arriba referido), y ni a unos ni al otro les “quedaba de camino” dejarme. Decidí pasar a comprar una bebida en el Starve Us y caminar hasta mi hogar.

Pasé pues a comprar una bebida cuya apariencia era la de un frappé de guacamole (o Guacaccino), y comencé a caminar hacia el lugar donde simplemente resido. Fue precisamente durante esa caminata cuando encontré el tema del post de este domingo:

Me llamó la atención lo poco pedestrian friendly que resultó ser el fraccionamiento en el que vivo. Fueron 6 o 7 las ocasiones en las que tuve que caminar por la calle debido a los bloqueos en la banqueta. Me topé con coches (sí, sobre la banqueta), botes de basura, bolsas, árboles sin podar, montones de cemento y arena, etcétera, que simplemente no me permitían el paso, obligándome a rodearlos por el arroyo vehicular.

Muchas veces había pasado en mi coche por las mismas calles por las que caminé hoy y había visto a peatones, la gran mayoría de ellos trabajadores de la construcción y trabajadoras domésticas, caminando por la calle, al margen de la banqueta. Incluso llegué a criticarlos por ello. Hoy entendí por qué lo hacen y entendí que la culpa es de los habitantes de la colonia.

Es muy común escuchar a las señoras de la zona hablar de lo peligroso que es que “los chavos” manejen tan rápido, que somos unos inconscientes y que por nuestra imprudencia podemos causar graves accidentes con los niños que juegan en las calles de la zona. Ciertamente, “los chavos” hemos tenido la culpa de muchos de los accidentes en dicha zona. Sin embargo, y con base en lo anterior, creo que estas señoras y “sus maridos” tienen la culpa de otros muchos accidentes; al menos potencialmente. Son ellas las que bloquean o permiten que se bloqueen las banquetas de afuera de sus casas y ponen en peligro a los peatones. Ellas, por supuesto, ni lo reconocen ni lo notan; desde sus mini vans no se ven las banquetas bloqueadas. Considero que su proceder es tan inconsciente, imprudente y peligroso como manejar a una velocidad superior al límite de 40 km/h.

Supongo que el problema de la inconsciencia hacia el peatón no es exclusivo de mi colonia; más aún, supongo que en otras zonas las molestias para los peatones son mayores. Yo caminé sólo hoy y por gusto. Mucha gente lo hace a diario y por necesidad. Hay que ser conscientes. No hay por qué hacérselo más complicado…

domingo, 26 de julio de 2009

Lo que es el “ligue” (que le llaman)

Es un hecho: soy pésimo para aquello a lo que llaman el “ligue”, o su forma verbal “ligar”. De hecho, en un viernes cualquiera, es más probable que se me pida realizar una ligadura de trompas, yo acceda, la realice con instrumentos de cocina ordinarios y tijeras Barrilito y obtenga resultados positivos, a que logre “ligar” con una señorita de manera completamente exitosa. Muchas veces el que se de el supuesto quirúrgico antes mencionado es más probable a que yo siquiera me anime a iniciar un "ligue".

Y es que el "ligue" es algo complicado. Atenta contra todas y cada una de las reglas de la psicología del comportamiento y la sociología. O al menos eso percibo yo.

Es interesante convivir con algunos sujetos que son (o por lo menos se consideran a sí mismos), conocedores de la materia. Todos tienen teorías, técnicas y principios distintos sobre cómo se deben hacer las cosas en lo que al cortejo de señoritas se refiere. Curiosamente, y a pesar de todos los datos que suelen manejar esos peritos del cortejo, una víctima de Daniel Arizmendi podría contar con los dedos de una mano las ocasiones en las que he visto a cualquiera de ellos realizar un “ligue” con éxito.

Lo cierto es que no obstante lo que los referidos conocedores manifiestan, en el “ligue” no hay reglas, teorías, técnicas, principios o leyes que valgan. La cantidad de variables con las que cualquier emprendedor se puede topar salen de la gráfica. Parte del éxito depende del control de esas variables o de saber cómo actuar ante sus eventualidades. No es garantía.

Hay un elemento determinante para tener éxito en el "ligue"; una fórmula indefectible y segura que hay que seguir para lograr los objetivos del cortejante emprendedor; un proceder infalible y universalmente perfecto para alcanzar lo deseado. Evidentemente, lo desconozco.

domingo, 19 de julio de 2009

De las Presunciones Gastronómicas

Nota preliminar:

Fallé tan pronto como pude. Había prometido ser un bloggero responsable, de aquellos que no dejan su blog sin novedades durante más de una semana, de aquellos que, conscientes de la responsabilidad que implica ser el autor de un sitio visitado por millones de lectores ávidos de un splash cultural, no admiten la posibilidad de dejarlos desamparados. Rompí con tan importante y honorable promesa en cuanto se presentó la primera oportunidad de hacerlo y debería sentirme avergonzado; debería. Naturalmente, la botana no se hizo esperar y tendré que mejorar esos hábitos. (Hasta aquí la nota preliminar)

Muchos saben que la lista de cosas que me molestan es más bien extensa, casi tan larga como la de personas de las que he dicho "me caga". Dentro de la primera lista existe una categoría (o montoncito), que lleva por nombre "las presunciones gastronómicas".

Le llamo presunciones gastronómicas a todos aquellos conceptos que los prestadores de servicios culinarios toman por verdades que no requieren ser consultadas con el cliente y que, según mi criterio, deberían ser consultadas invariablemente. Un par de ejemplos:

1.- ¿En qué momento de la historia se volvieron los frijoles un ingrediente básico e indispensable de una torta? La torta, en su forma más básica consiste de un pan y el ingrediente del que sea la misma. Haciéndola un poco más compleja se pueden llegar a admitir algunos otros ingredientes como básicos: mayonesa, chiles (presunción que la cultura nacional me ha forzado a aceptar), queso... Pero el frijol es demasiado! Y no es que no me guste; simplemente no creo que forme parte de la esencia de una torta y que, si el señor restaurantero acostumbra ponérselo, debería preguntármelo primero.

2.- ¿Por qué cuernos si omito decir cómo quiero mis chilaquiles y/o enchiladas me las dan verdes? Señor restaurantero: en virtud de que suele haber sólo 2 tipos de chilaquiles (verdes y rojos), la probabiliad de que cualquier persona quiera los suyos rojos es del 50% (la misma probabilidad que las verdes, por si no le salieron las cuentas). En mi caso en particular, la propensión al chilaquil escarlata aumenta a un 99.979%. Nada le cuesta instruírle a su mesero que me pregunte cómo quiero mis chilaquiles!

¿Qué opinan? ¿El que está mal soy yo? ¿Soy tan intolerante a los malos meseros como lo era el señor que sopeaba su concha en agua a la lactosa? ¿Acaso tenemos que llegar al absurdo de las Tortugas Ninjas Adolecentes Mutantes (qué mal título!!), que al ordenar su pizza hacían énfasis en que la querían "sin anchoas", seguramente porque el estúpido pizzero le ponía anchoas a todas las pizzas? ¿Necesitaban preocuparse por ese tipo de cosas mientras un jabalí punketo estaba afuera atacando civiles? ¿Se dan cuenta de cuán peligrosas pueden llegar a ser las presunciones gastronómicas?


Nótese la ausencia de anchoas en la pizza que degustan.

Al final, creo que este tema se reduce a una cuestión de gustos. Sin embargo, creo que si existen opiniones divididas, se debe consultar.

sábado, 11 de julio de 2009

El paradójico "Primer Post"

Hace ya algunos ayeres que quería hacer un blog. Llevaba un buen rato rumiando distintos títulos, subtítulos, ilustraciones y posibles temas, pero no fue sino hasta el día de hoy que decidí armar algo con el bolo ideológico que había logrado juntar.

El título:
Resulta que, tal y como es recomendado, suelo apoyarme de distintos recursos no hablados para darme a entender mejor cuando hablo. Como seguramente les sucede, normalmente carezco de los props idóneos para describir de manera más gráfica aquello de lo que estoy hablando y lo más útil que acabo teniendo a la mano para tales efectos, pues son las propias manos.

Un buen día me encontraba en una acalorada discusión en casa de mis queridos amigos, los Etina, cuando el menor de ellos, afable y formidable sujeto, fenomenal anfitrión, incansable filántropo y ferviente fan de Flans y los Foo Fighters (en ese orden), notó que cuando trato de ser elocuente al explicar algo comienzo a hacer tantas clasificaciones como las reglas de la lógica lo permiten y que, mientras voy mencionando cada una de mis forzadas categorías empiezo a mover las manos cual si cada una de ellas fuera un montoncito de arena, tierra, sal o piezas de Lego (m.r.), que voy acomodando al tiempo que van saliendo. A pesar de que suelen referirse a dicha muletilla con fines de burla, considero que es un importante y útil recurso que he tenido a bien desarrollar. Después del análisis de los montoncitos hemos seguido analizando las muletillas y mañas de varias personas. Ejemplo: El mencionado sujeto siente la imperante necesidad de jugar al yo-yo virtual mientras sostiene una plática seria.

El subtítulo:
Estudio una carrera en la que se tiende a ser (además de mamón), un tanto quisquilloso en lo que al habla y a la redacción se refiere. La intensidad de algunos catedráticos en la exigencia de la exactitud y la precisión en el habla me han ido marcando a través de los 4 años en los que he "estudiado para licenciado". Con el tiempo me he ido volviendo tan quisquilloso como los sujetos a los que llegué a aborrecer por ser así. Actualmente, esta quisquillosidad y extrema atención al lenguaje es algo que disfruto bastante...

La imagen:
Le había pedido a una víctima del síndrome de la mano autónoma que me apoyara con una ilustración de las manos del suscrito haciendo montoncitos. Muchos sabrán quién es la referida víctima de tal síndrome y todos los que lo sepan sabrán también que podría transcurrir un plazo bastante considerable, probablemente imposible de recorrer en un DeLorean tuneado por Emmett Brown, antes de que pudiera obtener el gráfico deseado. La solución: Google, Microsoft Photo Editor, Paint y mis arcaicas habilidades de diseñador gráfico. Aún así, quedé bastante satisfecho.

El tema:
Hay muchos en mi cabeza y espero que haya cada vez más. Me niego a limitarme a uno solo. Keep reading to find out...